Durante años, los robots se han considerado impulsores de la productividad y la eficiencia. Con las últimas tecnologías y la gran variedad de robots, el grado de automatización en la industria aumenta constantemente. Los robots industriales permiten automatizar y realizar rápidamente trabajos complejos, pesados y peligrosos. Los trabajos de estos robots pueden ir desde labores sencillas como la limpieza por aspiración, hasta tareas más rigurosas como la desactivación de bombas.
En la fabricación industrial, los robots se pueden utilizar para la automatización de puntos o soluciones de sistemas integrados. Aunque las empresas están utilizando la robótica y la automatización con una frecuencia cada vez mayor, hasta ahora rara vez han dado el salto a la integración total de sistemas robóticos complejos. La tecnología que parece sacada de una película de ciencia ficción aumenta la productividad y reduce los costes, pero tiene otras ventajas importantes que a menudo se pasan por alto: la sostenibilidad y la eficiencia energética.
Producción sostenible y robots: ¿Cómo se combinan?
Reducir costes energéticos
Un incentivo importante para la fabricación automatizada es la reducción de costes energéticos. Las modernas tecnologías de las últimas generaciones de robots permiten procesos de fabricación completamente integrados y desarrollados específicamente para la automatización en relación con la energía que consumen. La eficiencia energética es el resultado de la optimización de los procesos de fabricación individuales, que en conjunto aceleran la producción. Los robots trabajan sin interrupción y realizan varias tareas en un solo paso. No necesitan luz, calefacción ni supervisión directa, lo que se traduce en un importante ahorro de costes energéticos.
Minimizar el desperdicio en producción y el consumo de material
Las tecnologías de vanguardia se basan en movimientos de altísima precisión. Esto minimiza los errores y optimiza la planificación del material de producción necesario. Además, se minimizan los defectos de producción y los excesos de material.
Por ejemplo, en la producción de automóviles, la cantidad de adhesivo o de pintura necesaria para un componente individual puede calcularse y programarse exactamente.
Piezas de recambio con robots en lugar de grandes sistemas
Los robots se pueden programar en una amplia variedad de formas, lo que los hace mucho más flexibles que las máquinas estáticas. Siguiendo con el ejemplo de la producción de automóviles, las piezas de recambios siguen siendo necesarias años después de que se haya dejado de producir serie. El fabricante puede utilizar un sistema robótico modular para adaptar de forma sencilla el proceso de producción. Se pueden eliminar los grandes sistemas que requieren una gran cantidad de energía y espacio y un gran número de empleados.
Apoyo al proceso de reciclaje
Los robots pueden ayudar a cerrar el circuito que consiste en: “producir, clasificar y reciclar bienes usados”. Los sistemas de visión integrados les permiten detectar componentes individuales y desmontarlos en piezas reciclables.
Humanos y máquinas: el equipo más sólido
La cuestión ahora es hasta qué punto pueden integrarse los robots desde un punto de vista social. Según un estudio realizado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en colaboración con BMW, el fabricante de vehículos de motor, los grupos mixtos de robots y humanos son aproximadamente un 85% más productivos que los equipos formados sólo por robots o sólo por humanos.
Como se ha comentado, los robots también pueden realizar una serie de tareas tediosas, repetitivas o incluso peligrosas, aliviando la tensión de los humanos. Esto permite que los empleados realicen tareas más productivas, lo cuál le da un mayor valor a la automatización industrial.
Robots en la cadena producción: una tecnología de futuro
Los robots en la fabricación representan una gran oportunidad para mejorar el consumo energético y de recursos, también para la economía circular. Desde un punto de vista social, los robots pueden tener efectos positivos en los procesos de producción individual gracias a la colaboración entre personas y máquinas. En el diseño de robots, muchos fabricantes modernos utilizan componentes ligeros, lo que garantiza que la gran parte de ellos pueda reciclarse. Otro factor que hace que la tecnología robótica sea sostenible es su durabilidad. Muchos fabricantes producen robots robustos que no requieren de mantenimiento ni lubricación periódica, lo que también contribuye a la preservar el planeta. Esta es la única forma de mejorar la tecnología y los procesos de producción manteniendo una inversión baja.
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