La corrosión del eje puede causar desgaste en los cojinetes, no siempre visible

No hay duda de que un eje dañado por la corrosión tiene un efecto negativo sobre el punto de apoyo. Es fácil de ver que el eje está dañado cuando la corrosión es visible y parte de la superficie ha desaparecido

Pero a veces las apariencias engañan. Esto nos lleva a buscar los problemas de desgaste en el lugar equivocado.

Supuesto práctico

Estudiamos al detalle un supuesto práctico concreto. En el caso analizado, se genera preocupación por encontrar demasiado polvo de abrasión en el cojinete. El cojinete de plástico se está utilizando en una aplicación que implica cargas pesadas y de pivotaje lento (>30 MPa). Se trata de una aplicación al aire libre, por lo que está sometido a la humedad y la suciedad… todos los retos habituales asociados a las aplicaciones agrícolas.

La pregunta de si el eje está protegido contra la corrosión recibe una respuesta negativa. Pero la persona que responde se apresura a añadir que no se detecta corrosión ni daños por corrosión en el eje.

La inspección visual revela lo siguiente:

Eje metálico
Eje de 42CrMo4 sin ninguna protección adicional contra la corrosión. No se aprecia ningún signo de corrosión.

Una primera inspección indica que el eje no es la causa del polvo de abrasión que encontramos en el cojinete. A esta aplicación incluso se ha añadido un retén que mantiene, al menos una parte de la suciedad, lejos del punto del cojinete.

Cojinete de plástico con retén tras varios meses de uso

Un cojinete de plástico con retén después de varios meses de uso en condiciones exteriores exigentes, sin lubricar.

Si no entra nada del exterior y el eje no está corroído, el polvo de la abrasión debe proceder del cojinete, ¿no?

Esto parece obvio, pero entonces el color del polvo de abrasión debería ser al menos similar al del material del cojinete.

Pero no lo es: el polvo de abrasión es de color marrón óxido.


Se raspa la mayor cantidad posible del cojinete, se recoge y se quema.

Tras cuatro horas a 650°, todos los componentes orgánicos (incluido el plástico) se han quemado, pero el peso de la muestra sigue siendo el 75% del peso inicial y es muy magnético.

Por lo tanto, apenas hay polvo de abrasión del cojinete, pero es evidente que el eje no está corroído. Entonces, ¿de dónde procede el polvo?

Como no es realista realizar una prueba de niebla salina a corto plazo, se envuelve el eje en un paño humedecido con agua salada y se deja a un lado durante unos días. Así, el eje se oxida por completo.


Resultados del ensayo improvisado con niebla salina

Conclusiones del ensayo

Se forma una fina capa de corrosión en la superficie del eje. Cuando se vuelve a utilizar la máquina, se pule, pero el material permanece en el punto de apoyo. Y este proceso se repite una y otra vez. Cada vez se acumula más polvo de óxido. Esto agrava el desgaste del cojinete, por supuesto.

Es casi seguro que, si el eje se vuelve a instalar después de la prueba de niebla salina y se hace girar con una carga de más de 30 MPa, pronto tendrá el mismo aspecto que antes: ningún signo de corrosión. Sólo un poco más de polvo de abrasión en el cojinete … ¡más corrosión!

Una breve inspección inicial es suficiente para comprobar que se ha iniciado la corrosión.

Ejes dañados por la corrosión – sin óxido visible

Aunque el óxido no sea visible, ¿Es correcta la protección contra la corrosión durante el funcionamiento en seco?

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